Lo único que nos queda son las relaciones que creamos. Día a día dejamos huella en las personas, vamos marcándolas. Por ello nos recordarán.
La actitud positiva como manera de enfrentar la vida.
Somos tremendamente adaptables. El umbral del dolor no está donde piensas, va más allá. A veces hay que aguantar por no preocupar a los que te rodean.
La muerte es parte de la vida. La vejez, con suerte, nos llega a todos.
En la vida todo puede entrar en dos sacos: lo que podemos controlar y lo que no. No te preocupes por lo que está en el segundo saco. Haz lo imposible por lo que está en el primero.
El ser humano necesita planificar, quiere saber qué sigue. Sin embargo, hay que vivir en el presente, ni ayer ni en mañana.
Gasta dinero en lo que te hace feliz. Experiencias siempre sobre objetos. Al final recuerdas el tiempo pasado con la gente que aprecias nunca el capricho que compraste. No pospongas, igual no llega.
Las personas cambian. No se puede valorar a alguien desde el pasado.
La familia siempre. Los pequeños detalles del día a día. Disfrutar del tiempo con la gente que importa. No hace falta irse de viaje para ser feliz. A veces es suficiente con un baño, una comida o una conversación.
Se afectivo, honesto y transmite lo que sientes. No dejes nada en el tintero.
