Dejamos atrás julio entre olas de calor y abanicos. Aquí algunas de las cosas que han iluminado este mes.
Toboso, Campo de Criptana y otros pueblos de la Mancha:
Pasé algunos días por los pueblos de la Mancha. Parajes con kilómetros de viñedos que no están tan explotadas turísticamente y a veces los subestimamos. Tiene encanto pasear por estos pueblos pequeños donde la llanura se funde con el horizonte.
«La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.«
Finca Antigua:
Aproveché para visitar de nuevo las bodegas de Finca Antigua donde pude probar varios de sus vinos. Me gustó mucho Infinitus, un moscatel para tomar frío con el aperitivo en estos días de verano.
The Bellini’s:
No hace mucho, paseando por Madrid, encontré este restaurante italiano decorado de una manera brillante. Me gustó su pasta Cacio e Pepe.
Sonrisas y lágrimas:
Tenía entradas para ver este musical de los años sesenta. Pese a la primera decepción, ya que la versión cambió en el último momento de ser versión original a ser doblada, disfruté del ambiente y de la emoción del público al verla. Muy necesarias este tipo de iniciativas. Aquí está
El Caso Alcásser:
Desconocía este suceso que tuvo lugar en España hace menos de 30 años. El escabroso documental de Netflix está narrado de una manera impecable. Es mejor no ver el tráiler porque desvela casi todo el documental. De cualquier manera lo incluyo:
