Vivimos días raros. Rutina entre cuatro paredes solo rota por la visita al supermercado o al cubo de basura.
He recopilado lo mejor de marzo, cosas que me han sacado una sonrisa y han hecho mejor mis días. Esta vez entre caos, mientras el mundo parece derrumbarse y las personas desaparecen en cifras.
Tiempo:
Hemos parado nuestras vidas en seco sin saber hasta cuando. Sin embargo, podemos hacer todas aquellas cosas que teníamos pendientes.
Inspirado por Julia Cameron y su idea de morning pages intento escribir todas las mañanas tres páginas a mano. Julia Cameron sostiene que mejora la creatividad y agudiza el pensamiento. Aún me falta consistencia pero me ha dado alguna idea para escribir.
Un libro:
Después de varias semanas sin nada en la mesilla de noche, he vuelto a leer Meditaciones de Marco Aurelio. Depende del día leo un par de páginas o un par de párrafos. Cierro el libro y pienso sobre las ideas de este emperador romano.
Impresiona la vigencia que tiene pasados miles de años.
“De cuánto sosiego se beneficia el que no observa qué ha dicho, qué ha hecho, qué ha pensado el prójimo, sino sólo qué hace él mismo para que su actuación por sí misma sea justa, virvirtuosa…”
Leo sobre los estoicos. No merece la pena agobiarnos por lo que no podemos controlar.
Videollamadas:
Siento más cerca a algunos amigos y familiares que cuando aún éramos libres de andar por las calles. No tener agenda y salir de la vorágine de la vida nos ha hecho volver a lo importante.
Una serie:
Cansado de sobrevolar el infinito catálogo de varias plataformas sin poder decidir qué ver, aterricé en The Marvelous Mrs. Maisel.
Esta serie nos traslada al Nueva York de los años 60. Misma sociedad que en Mad Men, con idénticas costumbres y valores morales. Sin embargo, el papel principal lo llevan las mujeres.
Lejos de entrar en la crítica fácil a los roles de género de la época, juzgan el pasado de forma brillante desde la comedia.
El personal sanitario:
El personal sanitario que vela por nosotros en primera línea. Los aplausos de cada día a las 20:00 reconociendo su papel imprescindible. El valor desinteresado de los trabajadores que se ponen en riesgo a diario.
Por primera vez en muchos años el mundo entero está enfocado en la solución de un mismo problema. Hay que estar a la altura.
