El problema no es cumplir años sino contagiarse de esa superioridad que trae a veces la edad. Hablo de la práctica común de desprestigiar lo nuevo, de tildar de absurdo el comportamiento de las nuevas generaciones solo porque no las entendemos.
«Lo han tenido muy fácil, no han tenido que luchar tanto como nosotros» y otras cuantas razones que nos encumbran en el púlpito desde el que criticamos.
Esta semana escuchaba un podcast en el que el entrevistado, un antiguo directivo de Facebook, contaba los orígenes de la compañía y su rápida expansión. Explicaba la velocidad con la que ocupaban oficinas de negocios ya obsoletos, que fueron incapaces de adaptarse a los nuevos tiempos.
Cuando (el entrevistado) llegó a su nuevo despacho, la persona que recogía le comentó:
Seguir leyendo →